ISSN 2674-8053

Más allá de las armas nucleares: la importancia de las armas químicas y biológicas

La guerra entre Rusia y Ucrania ya pasó la marca de los seis meses y, parece, Todavía falta mucho tiempo hasta que encuentre la paz.. Esto se debe a que los avances militares están cada vez más arraigados, recordando los movimientos lentos que tuvieron lugar en la Segunda Guerra Mundial. La alternativa para un posible final más abrupto del conflicto estaría en el posible uso de armas atómicas.

Hasta el momento no parece probable que Rusia utilice armas atómicas.. Sin embargo, la sola existencia de esta posibilidad debería abrirnos los ojos a algunos de los problemas más estructurales del mundo actual.: ¿Cuál es el potencial de destrucción acumulado en el mundo?? ¿Cómo podemos controlar tanto este potencial como el uso mismo??

Las armas atómicas se clasifican dentro de un grupo mayor denominado Armas de Destrucción Masiva., que también incluyen armas radiológicas, productos quimicos, biológicos y otros capaces de impactar a un gran número de personas a la vez.

Si hoy hablamos del posible uso de armas atómicas, no podemos quedarnos callados sobre todas las otras armas esperando que llegue un conflicto con el potencial de uso para luego ponerse tensos en anticipación de un posible uso.

La primera vez que el mundo estuvo de acuerdo en la necesidad de controlar los tipos de armas aceptables en la guerra fue en 1925, con el lanzamiento del Protocolo de Ginebra que pretendía prohibir el uso de armas químicas y biológicas. Desde entonces se han celebrado algunos otros acuerdos., pero tres de ellos merecen mención:

  • Convención para la Prohibición del Desarrollo, Producción y Acopio de Armas Bacteriológicas y Tóxicas, también conocida como la Convención de Armas Biológicas (1972): el acuerdo esta paralizado, aunque hay acuerdo en la necesidad de fortalecer la Convención. Los estados signatarios no llegan a un acuerdo sobre cómo implementarlo, además de que no existe una estructura institucional ni siquiera una secretaría que pueda hacer avanzar las discusiones. Así, el resultado es que no existe un organismo que se encargue de verificar el cumplimiento de lo previsto, abriendo espacio para acusaciones sin contar efectivamente con una institución más neutral capaz de abordar el tema. [para más información sobre la Convención, ver en https://www.gov.br/defesa/pt-br/assuntos/relacoes-internacionais/foruns-internacionais-1/tratados-e-regimes#:~:text=seus%20cinco%20protocolos.-,Conven%C3%A7%C3%A3o%20para%20a%20Proibi%C3%A7%C3%A3o%20de%20Armas%20Biol%C3%B3gicas%20e%20Tox%C3%ADnicas%20e%20sua%20Destrui%C3%A7%C3%A3o%C2%A0,-A%20Conven%C3%A7%C3%A3o%20para)
  • convención de armas químicas (1992): establece las normas para abolir la producción y el uso de armas químicas. Es un avance importante en relación con la Convención de 1925 porque allí estaba prohibido usar, pero no la fabricación. Este acuerdo es más impactante en la medida en que efectivamente se hace un esfuerzo por controlar lo previsto. En el caso brasileño, el Ministerio de Ciencia y Tecnología es el encargado de monitorear y enviar información sobre las instalaciones productivas, consumidores, procesadores, importadores y exportadores de productos químicos previstos en el Convenio. Esta información se envía periódicamente a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas..

La Convención sobre Armas Químicas es más eficaz que la Convención sobre Armas Biológicas precisamente por su capacidad institucional., o sea, por la existencia de un organismo internacional capaz de monitorear el cumplimiento de lo acordado en base a protocolos establecidos. Como con las armas atómicas, es fundamental que otras armas de destrucción masiva también ganen relevancia en las agendas internacionales. Es necesario aumentar la participación de los agentes internacionales en esta discusión, a riesgo de que su uso se produzca con tanta frecuencia sin que consigamos elementos para combatir, cuántas acusaciones sin pruebas internacionales que podrían conducir a un aumento de las tensiones en los conflictos latentes y existentes.

Rodrigo Cintra
Postdoctorado en Competitividad Territorial e Industrias Creativas, por Dinamia - Centro de Estudios del Cambio Socioeconómico, del Instituto Superior de Ciencias Laborales y Empresariales (ESTA, Lisboa, Portugal). Doctor en Relaciones Internacionales de la Universidad de Brasilia (2007). Es Director Ejecutivo del Mapa Mundial.. ORCID https://orcid.org/0000-0003-1484-395X